Por Luis Gerardo Treviño García
Monterrey, México. Hace unos días se dio a conocer que el secretario general del "Gobierno Independiente" de Nuevo León que preside Jaime Rodríguez Calderón, el abogado Manuel Florentino González Flores, dejó el cargo y resulta que ahora se une al Partido Acción Nacional (PAN). Quiere ser diputado federal.
La dirigencia estatal del PAN en Nuevo León estuvo impulsando su castigo como delincuente electoral de acuerdo a la resolución judicial por el tema de las Bronco Firmas y desvío de recursos públicos con fines electorales, que no le han castigado por la falta de claridad en la Ley para la ejecución de las sanciones.
Estamos viendo un premio en lugar del castigo que merece.
El PAN ha dejado de tener moral y buenas costumbres, para convertirse en un club de sujetos que comparten intereses sin importar su vocación original como partido político.
No les interesa hacer el bien a la ciudadanía, mucho menos les interesa el bien común.
Así que en lugar de cubre bocas utilizarán antifaz.
El gobernador Jaime Rodríguez Calderón ni su segundo de abordo, Manuel Florentino González Flores, quien por cinco años fungió como secretario general de gobierno, ni multa ni sanción recibieron de parte de los legisladores locales del PRI, Morena, PAN, Verde Ecologista, Nueva Alianza y el Partido del Trabajo; este último propuso una sanción económica por 317 mil pesos por las irregularidades administrativas ; mientras que el Partido Movimiento Ciudadano propuso la destitución e inhabilitación por seis años de cargos políticos.
No procedieron ninguna de las dos propuestas legislativas, en cambio el PAN premio a González Flores, quien no es militante panista como candidato al Distrito VII Federal.
