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EL SALVADOR. Nayib Bukele consiguió ser reelegido tras darle la vuelta a una clara prohibición constitucional, apoyado en su control sobre el poder judicial. ¿Cruzó el presidente salvadoreño la línea roja de la dictadura?
Nayib Bukele no esperó a los resultados oficiales del 4 de febrero para autoproclamarse ganador de las elecciones que le permitirán seguir en el poder al menos por cinco años más. Según dijo, triunfó “con más del 85% de los votos y un mínimo de 58 de 60 diputados de la Asamblea” Legislativa, lo que además le asegura mantener el control sobre el Parlamento. Y eufórico, anunció que “sería la primera vez que en un país existe un partido único en un sistema plenamente democrático”.
Al día siguiente, el periódico digital El Faro fue igualmente contundente, pero en su crítica: “La breve, muy breve era democrática en la historia salvadoreña ha terminado ya. Nayib Bukele ha inscrito su nombre en una de las peores tradiciones políticas centroamericanas: la del dictador”.
¿El Salvador está dando pasos acelerados hacia el autoritarismo?